El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) rechazó la reclamación del púgil francés Mourad Aliev, que protagonizó una protesta de una hora en el ring por haber sido descalificado en el combate de cuartos de final de peso superpesado contra el británico Frazer Clarke.
Aliev pidió al TAS que anulara la decisión del árbitro de descalificarlo y que se reanudara el combate desde el segundo asalto con un árbitro y jueces diferentes, tras lo que la división "Ad Hoc" del tribunal en Tokio celebró una audiencia por vídeconferencia al día siguiente de los hechos.
El panel de árbitros que estudió el caso no descartó la posibilidad de un error técnico por parte del árbitro del combate, pero desestimó la reclamación del púgil, ya que la decisión arbitral de descalificarlo se produjo en el terreno de juego.
Según el TAS, de acuerdo a su jurisprudencia, el tribunal no anula las decisiones arbitrales adoptadas en el terreno de juego, salvo en circunstancias muy limitadas, y en el presente caso no hay alegación de una violación fundamental como la mala fe, la parcialidad o la arbitrariedad.
El púgil Aliev explotó en su combate cuando el árbitro estadounidense Andrew Mustacchio detuvo el combate a falta de cuatro segundos para el final del segundo asalto.
Tras gesticular airado, el boxeador de origen ruso permaneció una hora sentado contra las cuerdas, mientras conversaba con los entrenadores y dirigentes franceses, que intentaban hacerlo entrar en razón. Aliev se marchó unos minutos y luego prosiguió con su protesta, antes de abandonar el Kokugikan Arena, todavía quejándose.