Una mano de Nico Batum apagó el sueño olímpico de Luka Doncic. Su tapón a la bandeja del esloveno Klemen Prepelic, a falta de un segundo para el final, acabó con la electrizante Eslovenia (90-89) y compró el billete galo para un nuevo duelo con Estados Unidos, esta vez por el oro olímpico.
Francia resolvió el jeroglífico de cómo detener la velocidad eslovena con un fantástico Rudy Gobert, que capturó 16 rebotes y anotó 9 puntos, bajo la dirección de Nando de Colo (25 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias) y el liderazgo de Evan Fournier (23 puntos y 5 rebotes), que no pudo jugar las últimas jugadas por faltas.
Sin Fournier, Batum (3 puntos y 5 rebotes) se hizo gigante para hacer un tapón que pasa a la historia del baloncesto francés, que jugará su tercera final olímpica tras las de Londres 1948 y Sydney 2000, ambas saldadas con la medalla de plata. Ante Estados Unidos, al que ya ganaron en la primera fase, buscarán su primer oro.
Ese tapón no lo podrá olvidar nunca Klemen Prepelic, que acabó con 17 puntos pero no pudo hacer el más decisivo. Ni Luka Doncic, que ante una defensa fuerte ofreció una cifra inverosímil de asistencias (18), acompañadas por 16 puntos y 10 rebotes. Su defensa abrió huecos para Mike Tobey, que acabó con 23 puntos y 8 rebotes.
La energía de Timothée Luwawu-Cabarrot (15 puntos al final) reanimó a Francia, y con sus robos, actividad y dos triples ayudó a recuperar terreno al conjunto galo al final del primer parcial, recuperando un marcador igualado (27-29).
El segundo cuarto fue mucho más parado e impreciso, favorable a los intereses franceses, que sabían que no podían permitir correr al conjunto esloveno. Prepelic trató de dinamizar a Eslovenia, pero se encontró con un espléndido Guerschon Yabusele, tanto defendiendo como anotando para mantener la igualdad (38-38, min. 17) hasta un descanso que llegó con una mínima ventaja eslovena (42-44).
Había una final olímpica en juego, y Francia regresó del vestuario con ganas de conseguirla. Redoblaron la defensa y se aliaron con el acierto desde el triple, de Batum y Fournier en dos ocasiones. Con eso y los tiros libres, se pergeñó una escapada gala (60-52, min. 24).
La huida francesa continuó con Fournier como capitán general y Yabusele como primer soldado, mientras Doncic daba señales de algo que no se había visto durante el torneo: incomodidad. Quejas en los contactos, palabras a la grada y al banquillo francés. El técnico esloveno Aleksander Sekulic vio el peligro y lo sentó. La distancia no era, ni mucho menos, definitiva: 71-65 a falta de los últimos diez minutos.
Blazic, que ya había iniciado la labor al final del parcial anterior, y Ziga Dimec, volvieron a meter a Eslovenia (71-70). Era el momento de los líderes: Fournier tomó la batuta de los suyos, Doncic sacó faltas y asistió, y Tobey igualó el duelo (78-78, min. 35). El duelo se estaba calentando: a Blazic una protesta le costó una técnica y por el mismo motivo hubo otra para el entrenador francés Vincent Collet.
Tobey, que es el gran jugador en la sombra de esta selección eslovena, igualó el duelo a 85 recogiendo el rebote de un tiro libre de Prepelic. Cada acción ya se convirtió en una batalla, y en una de esas Luwawu Cabarrot se sacó un triple para el 90-85 a 56,1 segundos del final. Un error podía ser fatal, como el que cometió Fournier presionando con el cuerpo de más a Prepelic, que se dejó caer y sacó la falta en ataque. El del Valencia acertó un triple para poner el partido al rojo vivo a 33,2 del final (90-89)
Con esa diferencia tan igualada, De Colo falló un triple, Doncic recogió el rebote y buscó a Prepelic a la carrera. Cuando el esloveno ya buscaba la canasta, se encontró con Batum. Su mano frenó a Doncic y lleva a Francia a la final por el oro olímpico contra Estados Unidos, que está sobre aviso por la derrota que le infligió en el estreno.