Los marcadores en la pantalla bien podrían confundirse con una lección de código computacional: 10, 10, 10, 10, 10, 10, 10. De cierta forma, lo fue.
Las clavadistas chinas están programadas para buscar la perfección desde temprana edad. Fue justo lo que hizo el jueves Quan Hongchan, de 14 años, con dos de sus cinco clavados durante la dominante exhibición que le valió el oro en la plataforma de 10 metros.
Los siete jueces le dieron a Quan dieces perfectos en su segundo, cuarto y quinto clavados de la competencia de cinco rondas. Quan dedicó la victoria a su madre, que está enferma.
“Quiero ganar suficiente dinero para mantenerla", dijo a través de un intérprete. “Escucho a mi entrenador con mucha atención y sigo sus instrucciones con mucho cuidado".
Primero alcanzó la perfección con un salto de tres vueltas y media hacia adentro, y posteriormente con un parado de manos hacia atrás con dos vueltas y un giro y medio. En su último clavado, dos vueltas y media y un giro y medio hacia atrás en posición b, Quan recibió otros seis dieces.
Con el presidente del COI, Thomas Bach, en la tribuna del Centro Acuático, Quan terminó con 466,20 puntos y una cómoda ventaja. Su compatriota Chen Yuxi se quedó con la plata con una puntuación de 425,40.
Chen, de 15 años, ganó el título de plataforma en los mundiales de 2019 y se colgó en oro en estos Juegos en los sincronizados junto a su compañera Zhang Jiaqi. Pero Quan, la integrante más joven de la delegación china en Tokio — estuvo a otro nivel.
Chen reconoció que su compañera supera el nivel que ella tenía a su edad.
“En realidad no tenemos grandes técnicas de entrenamiento", señaló Chen. “Es más una cuestión de saltar y saltar, y la práctica hace la perfección".
Esta es la cuarta competencia olímpica consecutiva en la que China se lleva todos los oros disponibles en el concurso femenino.