Tom Brady se va este domingo del U.S. Bank Stadium con un mal sabor de boca, a pesar de que una vez más escribió su nombre con letras de oro en la historia del Super Bowl.
El mariscal de campo de los Patriots lanzó para 505 yardas aéreas, más que cualquier otro quarterback en un Súper Domingo.
Brady, sentado en el terreno de juego|AP
Brady rompió su propia marca, pues el año pasado había lanzado 466 en su triunfo contra los Falcons.
Además, Brady conectó su décimo segundo touchdown con Rob Gronkowski en Postemporada y empató la cifra que presumían Joe Montana y Jerry Rice como el dúo más anotador en Playoffs.