Philadelphia logró sobreponerse a las adversidades y dejando a un lado la la ausencia de Carson Wentz, Nick Foles logró comandar a su equipo al Super Bowl LII después de derrotar a Minnesota por 7-38 durante la Final de la Conferencia Nacional.
Con tres pases de anotación y 352 yardas, el quarterback de los Eagles se vistió de héroe en el Lincoln Financial Field a partir del segundo cuarto de juego, pues con varios servicios a profundidad destrozó a la defensiva de los Vikings que no pudieron contener las carreras de Jeffery y Smith.
Por su parte, el pasador de Minnesota, Case Keenum no tuvo su mejor noche ya que únicamente consiguió un pase de anotación que en su momento tuvo a su equipo arriba en la pizarra durante el primer periodo del juego, no obstante, durante el transcurso del mismo fue interceptado en dos ocasiones desencadenando una anotación del rival.
Después de derrotar a Minnesota, Philadelphia buscará levantar por primera vez en su historia el trofeo Vince Lombardi el próximo 4 de febrero en el US Bank Stadium de Minneapolis, donde enfrentarán a los Patriots.