Después de varias campañas en la sombra, los Redskins sueñan con un mejor 2018, pues las llegadas de Alex Smith y Adrian Peterson pueden dar muchas alegrías a la afición de Washington; sin embargo, no pueden echar las campanas al vuelo y deberán ser cautelosos si desean abordar el avión rumbo a Atlanta para el SB.
La experiencia de Smith en los controles de la ofensiva hacen pensar que por puntos no sufrirán, pues pese a no ser considerado como un quarterback de élite, sus números pueden darle tranquilidad a Jay Gruden y su staff de coacheo.
En tanto, Peterson y su habilidad para correr darán una amplitud por tierra a la ofensiva de Smith, además, Washington también cuenta con la seguridad de uno de los alas cerradas más cotizados de la Liga como Jordan Reed, quien puede ser un buen blanco para pases largos, pues su estatura y corpulencia son un plus por aire.
A pesar de estar en una de las divisiones más peleadas, los Redskins tienen con qué pelear por un puesto en la Postemporada, pues calidad hay de sobra dentro de la franquicia.