Cuando Jared Goff salió de los Rams, la despiadada selva de al NFL esperaba su caída. Pero como todo un felino, el quarterback tiene más de una vida y hoy es el rey de Detroit, al frente de unos Lions con hambre de gloria.
Con el mariscal de campo como líder, los Leones sumaron su sexta victoria de la temporada, para una foja de 6-2, luego de vencer 14-26 a los Raiders, y ya son el segundo mejor equipo de la Conferencia Nacional, sólo detrás de los Eagles, con marca de 7-1.
Pero decir que el triunfo sólo fue obra de Goff es injusto para Riley Patterson, pues el pateador movió en cuatro ocasiones el marcador, las primeras tres para poner las cosas 0-9 hasta el segundo cuarto.
Los Raiders respondieron y se acercaron con acarreo de Josh Jacobs, pero antes del descanso la figura de Goff apareció para darle calma a los felinos: luego de evitar la captura, Jared dio un paso para atrás y mandó a volar el ovoide por 18 yardas hasta las manos de Sam LaPorta.
Al regresar del descanso, Marcus Peters devolvió el único error que cometió Goff y llevó a los Malosos a sólo dos puntos de los Lions.
Pero el #16 mantuvo la calma pese a su intercepción y tras un par de series abrió las puertas para que Jahmyr Gibbs -con acarreo de 27 yardas- pusiera la balanza del lado local.
Patterson sentenció el MNF con una patada de 52 yardas, para llevar a los Leones a la élite de la NFL, gracias a un quarterback desechado por Los Ángeles.