Juegazo en el tapete blanco de nieve que se formó sobre Highmark Stadium en donde los Bills se impusieron 29-32 ante unos Delfines que se aferraron hasta el final, Josh Allen brilló con cuatro pases de anotación y él mismo arriesgó el físico para lograr una conversión que empató el juego en el último cuarto.
El marcador se abrió luego de que Tua fue fumbleado y Durham Smythe recuperó el balón, por lo que los Delfines tuvieron que conformarse con tres puntos, pero los Bills no tardaron en reaccionar y Josh Allen consiguió su primer pase de anotación con Quintin Morris.
Para el segundo cuarto, Jason Sanders conectó su segundo gol de campo, ahora de 21 yardas para acercar a Miami 6-7, pero el mariscal de Buffalo les quito la sonrisa con otro pase de anotación, ahora a Nyheim Hines, lo que provocaba una guerra de bolas de nieve entre los aficionados por la emoción.
Tua sabía que tenía que mantener el marcador cerrado o el juego se podía complicar, por lo que guio a la ofensiva hasta la zona roja, donde Salvon Ahmed encontró por tierra las diagonales.
En la última jugada antes de irse al descanso, Allen realizó una genialidad, cerca de ser capturado y a punto de salirse del campo encontró libre a James Cook y el marcador se puso 13-21 para ir al descanso.
Un encendido Tagovailoa regresó del medio tiempo y puso un pase exacto de 67 yardas para que, Jaylen Waddle colgara el 19-21, los Delfines se fueron por la conversión de dos puntos, pero no la concretaron.
A falta de dos minutos, Tua encontró libre a Tyreek Hill para darle la vuelta al marcador y ampliaron su ventaja 29-21 con un gol de campo.
En el último cuarto Allen empató el partido con un pase a Dawson Knox y el mismo mariscal corrió para canjear los dos puntos, el juego lo cerraron 29-32 con un gol de campo 25 yardas.
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