Deshaun Watson llegó a un acuerdo con la NFL y cumplirá una suspensión de 11 juegos sin goce de sueldo y pagará una multa de 5 MDD en lugar de arriesgarse a perderse su primera temporada como mariscal de campo de los Cleveland Browns luego de acusaciones de conducta sexual inapropiada.
Watson fue acusado de agresión y acoso sexual por dos docenas de mujeres mientras jugaba para los Houston Texans. La liga había tratado de prohibirlo durante al menos un año por violar su política de conducta personal.
“Estoy agradecido de que el proceso disciplinario haya terminado y muy agradecido por el tremendo apoyo que he recibido durante mi corto tiempo con la organización de los Browns.
"Me disculpo una vez más por cualquier dolor que esta situación haya causado. Asumo la responsabilidad por las decisiones que tomé”, dijo Watson en un comunicado emitido por el equipo.