La NFL está viviendo un momento muy complejo tras el desplome de Damar Hamlin, jugador de los Bills. Tras su caída en una jugada que parecía de rutina, los demás elementos no tardaron en expresar su preocupación.
Uno de los primeros fue Josh Allen, QB de Buffalo. El joven no podía creerlo y no se quitaba las manos del rostro en un clarísimo shock.
Mientras la ambulancia se retiraba, todo el equipo de los Bills se arrodilló, tanto jugadores como coaches.
Minutos después, según reporta el periodista Joe Danneman, los de Buffalo fueron a su vestidor; seguidos por Zac Taylor y Joe Burrow, head coach y QB de los Bengals, respectivamente.
En el estadio, un fanático se desprendió de sus colores y mandó un mensaje al resto de la nación de los Bengals: “Recen por Hamlin”, se lee en la pancarta.