Brock Purdy resultó tan relevante que todos quieren un pedazo de él. Los primeros en la lista, por obviedad, son los 49ers, quienes arrancan una nueva temporada con la ilusión que su quarterback titular llegue sano y salvo a Playoffs.
En segundo plano para copiar el estilo de Mr. Irrelevant está Kenny Pickett, mariscal de campo de los Steelers, rival de este domingo para los gambusinos. El hijo pródigo de Pittsburgh es de la misma generación que el #13 de San Francisco, pero le falta algo que Purdy sí tiene y de sobra: carisma.
Pickett fue el primer quarterback elegido en el Draft pasado, pero eso poco importó en el desarrollo de la campaña, pues Brock, último seleccionado, brilló como un sol a diferencia de Kenny.
No obstante, a favor de Purdy siempre jugó el gran equipo que tiene -incluso para esta temporada- San Francisco. Ejemplo de ello es la conexión del entonces novato con George Kittle, a quien encontró seis veces con espirales a las diagonales rivales.
Y en el tercer nivel en la fila para tomar algo de la buena estrella de Brock llega sigilosamente T.J. Watt. Al igual que el pasador de los Niners, el linebacker de los Steelers, pilar en la defensiva del coach Mike Tomlin, está de regreso luego de una lesión que cortó su 2022.
Con la ausencia de Watt, la esperanza se fue diluyendo en Pittsburgh, a tal grado que por primera vez en su estancia en las diagonales del equipo, Tomlin vio de cerca una marca perdedora.
Pero ahora, en mejor estado físico y al lado de jugadores como Elandon Roberts, T.J. está listo para volver a cazar y su primera presa podría ser Purdy. "Estoy emocionado de mostrarles a todos lo que hemos estado haciendo", amenazó Watt, aunque Brock siempre tiene un plan para brillar.