REDACCIÓN RÉCORD
La ciudad de Indianapolis será el epicentro del sismo de emociones que promete descargar este domingo el esperado Super Bowl XLVI.
Para albergar la fiesta deportiva más grande de los Estados Unidos, la capital de Indiana ha invertido desde el 2008 cuando se anunció que sería la sede más de 3 mil millones de dólares en diferentes sectores como hoteles, un centro de convenciones, un nuevo aeropuerto y la construcción del imponente Lucas Oil Stadium.
El valor de inversión de este escenario, sucesor del RCA Dome que fue el hogar de mucho tiempo de los Potros, fue de 720 millones de dólares. Tiene techo retráctil, siete niveles y fue diseñado para conectar con los hotels del centro y el Indiana Convention Center, el cual funciona como sede del NFL Experience.
La capacidad de asientos en el graderío del Lucas Oil Stadium fue de 63 mil aficionados en temporada regular, pero al recibir el Super Bowl, esta capacidad de asientos se aumentará 7 mil espectadores más.
Entre sus características innovadoras incluye dos enormes marcadores de Alta Definición. Su techo se divide longitudinalmente en dos paneles retractables, cada uno se desliza por la pendiente de la cubierta del estadio (se necesitan nueve minutos para abrirlo y doce para cerrarlo).
Una particularidad especial es un ventanal gigantesco que per- mite la entrada de luz adicional cuando se abre de día, con vista a los edificios más altos de la ciudad.
A pesar de la tecnología con la que se maneja, su imagen es de estilo retro, con aspecto de casa de campo, aunque la prensa lo relaciona con ‘un establo para los potros’.