Gigantes venció 21-17 a Patriotas y se quedan con el Super Bowl

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| 06 Feb, 2012

FRANCISCO SÁNCHEZ | INDIANAPOLIS

Sí, fue una reedición de hace cuatro años. Para llegar a la gloria, Eli Manning y los Gigantes de Nueva York  se sobrepusieron a las adversidades, a un Tom Brady que rompió el récord de más pases completos en fila (16) y por fin penetró a la defensiva de Nueva Inglaterra a la hora buena para llevarse su cuarto título de la NFL al vencer a Patriotas en el Super Bowl XLVI por 21-17.

Una vez más, los Gigantes probaron coraje, gallardía para derrotar a unos Patriotas que habían dado vuelta al marcador, que de nueva cuenta sentían cerca el triunfo, pero que con 3:53 en el último cuarto trataron de defender una ventaja que perdieron luego de que Ahmad Bradshaw entró a las diagonales con 57 segundos en el reloj, tiempo que, otra vez, no fue suficiente para Tom Brady, que se quedó otra vez cerca de igualar a Joe Montana y Terry Bradshaw como los únicos QB con cuatro anillos de Super Bowl.

El último intento de Brady fuye un ‘hail Mary’, pero no ocurrió el milagro y sí, el entrenador Tom Coughlin le volvió a ganar la partida a Bill Belichick. Así, los Gigantes se convirtieron en el primer equipo con récord de 9-7 en ganar un Super Bowl.

Los Patriotas ganaron el volado y eligieron patear. En la primera serie ofensiva del partido, los Gigantes mostraron que iban por todo, pero apenas cruzaron medio campo, la defensiva se cerró y luego, el evento desafortunado para Nueva Inglaterra.

Y es que tras el despeje de Steven Weatherford y en la primera jugada ofensiva de los Patriotas, que inició en la yarda seis, Tom Brady se deshizo del balón intencionalmente ante la presión de la defensiva de Gigantes y cayó el pañuelo: fue castigado y le costó un safety a su equipo.

Pero ahí no paró el infortunio, pues inmediatamente después, los Gigantes aprovecharon la ofensiva que por regla se les concedió y con un ataque balanceada, NY anotó con un pase de TD de dos yardas Víctor Cruz, quien celebró como usualmente lo hace, con pasos de salsa, esto con 3:24 por jugar en el primer cuarto.

Así, cuando los Patriotas no tenían una sola yarda a la ofensiva y sólo una jugada al ataque, ya perdían 9-0, parecía que sería una tarde larga para Brady y compañía, pero la maquinaria ofensiva despertó y vino inmediatamente después la respuesta de Nueva Inglaterra, ya en el segundo cuarto con  un gol de campo de 29 yardas de Stephen Gostkowski.

Los Gigantes tuvieron el control de la primera mitad, pero sólo anotaron a través del safety en su segunda serie ofensiva del partido y eso lo pagaron caro. Ante un equipo como Patriotas, se debe aprovechar cualquier oportunidad y al final, Nueva Inglaterra dio la vuelta al marcador, con ocho segundos para acabar la primera mitad con un pase de TD de Tom Brady a Dany Woodhead.

Para el tercer cuarto, los Pats recibieron el balón, esto luego de que escogió primero patear al inicio del juego y ampliaron su ventaja con un pase de 12 yardas de Brady, quien para ese momento ya tenía 16 pases completos en fila y 152 yardas, con lo que rompió la marca  de 13 en un Super Bowl, que le pertenecía a Joe Montana.

Manning, quien terminó el partido con 296 yardas y un pase de anotación, vivió la constante presión de una defensiva de Patriotas que siempre apretó a la hora buena… hasta el último cuarto. Sólo aceptaron seis puntos en el tercer cuarto; Lawrence Tynes conectó goles de campo de 38 y 33 yardas, respectivamente.

Para el último cuarto, Tom Brady se vio presionado y lanzó un envío largo, el cual fue descolgado por Chase Blackburn, mientras que Rob Gronkowski que, hasta ese momento tenía… ¡una recepción! no pudo hacer nada para arrebatarle el ovoide al linebacker; sin embargo, una vez más la defensiva hizo el trabajo y paró a los Gigantes.

Pero entonces, la defensiva de Nueva York, los hombres de peso en el equipo, hicieron el trabajo, contuvo a los Patriotas y entonces los Gigantes vinieron de atrás para armar una serie ofensiva que inició con un bombazo a Mario Manningham que puso la mesa para el TD del triunfo y la gloria para Eli Manning, quien se convirtió en el nuevo señor de Indianapolis.

ASÍ LO VIVIMOS