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El quarterback de los Patriotas de Nueva Inglaterra Tom Brady dijo que su equipo dejó muchas jugadas en el campo y falló muchas oportunidades, cada una de las cuales terminó constándoles la victoria frente a los Gigantes de Nueva York en el Super Bowl XLVI.
"Nos quedamos un poco cortos", dijo Brady. "Desperdiciamos algunas oportunidades allá afuera. Fue un juego muy peleado. Peleamos hasta el final, estoy muy orgulloso de ello”.
La jugada que permanece como clave entre aquéllas falladas por los Patriotas es el pase incompleto que Brady lanzó al receptor Wes Welker con poco más de cuatro minutos en el reloj. En segunda oportunidad y 11 por avanzar en la yarda 44 de los Gigantes, Brady encontró a Welker corriendo libre por lo que lanzó el pase en su dirección, el receptor puso ambas manos en el ovoide, sin embargo aterrizó con las manos vacías.
Después del partido, un conmovido Welker se sentó en el podio con la mirada fija al frente. Sus ojos estaban rojos. Sus manos estaban recogidas en su regazo. Al final. Welker se echó toda la culpa.
"Tenemos una oportunidad. El balón está ahí, explicó Welker. "Simplemente tengo que hacer la jugada. Es una jugada que he hecho mil veces. Entonces, en el momento más grande de mi carrera, no logro hacer la jugada. Es muy triste”.
"Me golpeó directamente en las manos", añadió. "Es una jugada que nunca dejó caer, siempre la hago. En la situación más crítica defraudé a mi equipo”.
Welker es el receptor más confiable de Brady y lideró la NFL con 122 recepciones en la temporada regular.
"Él (Welker) es un gran jugador, dijo Brady. "Le seguiré lanzando mientras pueda hacerlo”.