Dean Ambrose retuvo el campeonato Intercontienental en Royal Rumble al vencer a Kevin Owens en una lucha de último hombre en pie.
El combate arrancó con un Owens dominante ya que no dejaba que el monarca le conectara algún golpe.
El excampeón de NXT llevó la lucha a ringside donde dejó muy lastimando a Ambrose. Owens sacó debajo del ring mesas y sillas con las que intentó castigar a su rival; sin embargo, Owens recibió un súplex sobre dos sillas que se encontraban colocadas sobre el ring.
Más tarde, Ambrose le aplicó un codazo desde la tercera cuerda a su rival, quien se encontraba sobre una mesa fuera del ring.
El momento de la victoria se dio cuando Dean aprovechó un momento de distracción de su oponente, quien se encontraba sobre un esquinero, lo empujó y éste cayó sobre una mesa. El árbitro comenzó la cuenta de 10 segundos, pero Owens ya no se levantó.