Su infancia se desarrolló entre un furgón y una pequeña casa que adquirió su papá frente a las vías del tren en Culiacán, Sinaloa, en donde creció al lado de sus padres y sus 10 hermanos.
El ‘Palacio del César’ alberga los recuerdos más íntimos de Julio César Chávez, mítica figura del boxeo mexicano, sin embargo, actualmente está en el olvido, muy distante de lo que merecería la historia de uno de los grandes ídolos del pueblo, nacido en Ciudad Obregón, Sonora.
“Era una casa que tenía dos cuartos, una cocina pequeña, y ahí estuvimos todos los hermanos con nuestros papás. Vivíamos en un furgón de ferrocarril, no cabíamos en esa casa y mi papá consiguió otro furgón y ahí nos dividíamos porque éramos once.
“Ahí crecimos, fue la casa que mi papá nos compró y que Julio hizo con mucho esfuerzo, de hecho fue la primera casa que le hizo a mi mamá antes de ser Campeón del mundo”, contó a RÉCORD Roberto Chávez, hermano del Tricampeón mundial.
De acuerdo con los vecinos de la zona, el inmueble ubicado sobre Boulevard Zapata, en El Palmito Viejo, de la capital sinaloense, actualmente sirve como refugio de indigentes, lo que se puede apreciar a simple vista desde la calle aledaña, ya que no cuenta con ventanas ni puertas y hacia el interior se observan montones de basura y rastros de que aún está habitada.
“Es una lástima que esté tan descuidada y que ahora sirva como refugio para la gente de la calle. Nosotros la vendimos hace dos o tres años y desde entonces ya no hemos vuelto a saber más de ese lugar, pero sí duele verla así”, explicó Roberto.
La situación del lugar data de hace un par de años, incluso sufrió un pequeño incendio en 2015, ya que la señora Isabel González, madre del exboxeador, no quiso habitar más esa casa, decisión que fue respetada.
Sin embargo, el ‘César del Boxeo’ ha revelado que dentro de sus planes tiene el objetivo de comprarla para darle vida nuevamente y devolverle esa mística que los años le han arrebatado a la cuna del pugilista que hizo grande el nombre de México dentro de los encordados.