En lo que va de la década, las estadísticas dictan que cada año par (2010, 2012 y 2014) el título de las Grandes Ligas es para los Gigantes de San Francisco; por lo tanto, esta temporada debe ser considerado como uno de los equipos favoritos para proclamarse campeón.
Pero esta etiqueta no es sólo por la coincidencia de los años de sus campeonatos, el conjunto de ‘La Bahía’ reforzó su rotación abridora y con la llegada de Johnny Cueto y Jeff Samardzija se debe tomar a San Francisco como candidato natural a ganar el Clásico de Otoño.
Además de los dos refuerzos, la rotación de los Gigantes impacta con Madison Bumgarner, Jake Peavy y Matt Cain. Además, a la ofensiva la escuadra de California cuenta con una alineación versátil, con agilidad y poder.
Buster Posey lleva, de nueva cuenta, el peso de la ofensiva de los Gigantes, acompañado de Brandon Crawford y Brandon Belt que son los respaldos para remolcar carreras.
Por otra parte, los Dodgers de Los Angeles siguen como una de las nóminas más altas del beisbol, aunque se desprendieron de un as de su rotación, cuentan con una ofensiva poderosa, encabezada por el mexicano Adrián González y el cubano Yassiel Puig.
Sin embargo, al perder a Zack Greinke se quedaron sin uno de los dos brazos que los han sacado adelante, además, las lesiones de otros abridores y la debilidad de su bullpen les puede costar, como les ha ocurrido en las temporadas anteriores.
En tanto, los Diamantes de Arizona están en proceso de renovación, y con la inversión de llevar a Zack Greinke, podrían dar de qué hablar, aunque no lucen como un equipo que pueda pelear la cima, sí buscarán empezar a hacer sombra a los dos californianos.
Para mala suerte de los Padres de San Diego, su misión es evitar que los Rockies de Colorado los manden al fondo de la división. Ninguno de los dos equipos tiene pitcheo ni ofensiva como para tomarlos en cuenta.
Así, de nuevo la pelea en el Oeste de la Nacional será entre los eternos vecinos y rivales de California.