El Real Madrid revalidó, 22 años después, el título de campeón de Liga al derrotar al Barcelona en el cuarto partido de la serie por 91-84 y anotarse el 3-1 definitivo, con Gustavo Ayón como uno de sus jugadores más destacados.
Pese al buen comienzo del Real Madrid, por medio de Trey Thompkins autor de los cinco primeros puntos del equipo, fue el Barcelona el que salió más centrado a la pista, consciente de lo que se jugaba, de que no tenía margen de error y de que su apuesta tenía que ser a todo o nada.
El juego estuvo sumamente parejo durante todos los cuartos, la garra de Jeffery Taylor, tras fallar dos triples y anotar tras un rebote casi imposible, y una jugada en conexión de Llull con Gustavo Ayón, 67-63, ocasionaron que Xavi Pascual parara el partido con un tiempo muerto, porque el Madrid entraba peligrosamente en juego de aciertos lo que podía ser mortal para los intereses azulgranas.
Para el último cuarto, Rudy tiró de galones para forzar en una entrada una personal y anotar dos tiros libres. El cuadro catalán falló el ataque y el Madrid abrió de par en par las puertas del título, 91-84 a falta de 22 segundos.