El GP de Singapur vivió momentos de angustia a escasos días del arranque de éste, pues autoridades del país recibieron una supuesta amenaza de bomba que afirmaban afectaría plena pista.
La policía arribó al circuito y comenzó a a realizar una inspección de todo Marina Bay, incluso algunas personas, miembros de las escuderías, también fueron revisadas para descartar cualquier posibilidad.
Durante la revisión, algunos pilotos fueron testigos del procedimiento que realizaron las autoridades para evitar que ocurriera algún accidente.
El GP de Singapur se llevará a cabo el próximo domingo, donde Hamilton buscará volver a colocarse en la pole, tras el escándalo de las llantas que manchó de polémica su título en Monza.