Paola Espinosa, guerrera dentro y fuera del agua

Paola Espinosa posa para la foto junto a su madre
Paola Espinosa posa para la foto junto a su madre
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DANIEL GÁMEZ
JOCELIN FLORES
| 18 Jul, 2016

La doble medallista olímpica Paola Espinosa ganó su primera competencia al nacer.

“Su gestación fue muy difícil, su nacimiento fue muy difícil. El haberse aferrado a vivir -porque así nos lo dijo el doctor-, el que estuviera viva fue un gran logro”, recordó Irma Josefina Sánchez, madre de la clavadista, en entrevista con RÉCORD.

“Los hijos escogen a sus papás. Yo fui muy enfermiza, no iba a vivir mucho tiempo, más de 22 años, y llega Paola. En ese momento digo ‘Señor algo bueno viste en mí, si no dejaste que me fuera fue porque me permitiste darle vida a algo grande”, relató.

Josefina, quien ha sido testigo de las alegrías y tristezas de Paola durante más de dos décadas en los clavados, destacó el carácter y temple de la monarca mundial en Roma 2009.

Paola sonríe a la cámara de RÉCORD con la mascota de río 2016

Paola sonríe a la cámara de RÉCORD con la mascota de río 2016|DANIEL GÁMEZ

A los 12 años de edad se separó de su padre y hermana en busca de su máximo sueño: ser la mejor clavadista del mundo.

“No me gusta la palabra, pero a fin de cuentas sí es un sacrificio porque ella se queda sin padre y sin hermana y yo me quedo sin hija y sin esposo. La otra hija se queda sin madre y sin hermana, pero valió la pena porque vimos lo que luchó para conseguir su objetivo”, mencionó Josefina.

A tres meses de su debut olímpico, su entrenador Francisco Rueda fue suspendido de la Federación Mexicana de Natación por un presunto abuso sexual a su compañera Laura Sánchez. “Verla llegar a sus primeros Juegos fue padrísimo pero también fue muy doloroso por el proceso que implicaba. El verla cumplir esa ilusión; sabía que podía hacer mucho y a fin de cuentas no se logró por otras circunstancias”, mencionó. 

Paola Espinosa con la bandera de México en un trampolín

Paola Espinosa con la bandera de México en un trampolín|DANIEL GÁMEZ

“En Atenas 2004 nadie creía en Paola, las personas que estaban inclusive en el Comité (Olímpico Mexicano) en ese tiempo decían que había llegado de churro, que no iba a hacer nada. Independientemente de los ‘bachesotes’ que habían pasado ella y Rommel (Pacheco) se couchearon solos porque no había quién lo hiciera”, agregó.

Ahora en sus cuartos Juegos Olímpicos Paola buscará su tercer podio, el cual dedicará a su padre fallecido.

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