El abucheo se ha convertido en la base de la alimentación de Roman Reigns. Por primera vez en más de un año el Jefe Tribal volvió a recibir su dosis, proveniente del público presente en el Raymond James Stadium, tras acabar con el sueño de Edge y Daniel Bryan de alzarse con el Campeonato Universal en el evento estelar de Wrestlemania.
Reigns y Jey Uso transformaron una Triple Amenaza en una lucha en desventaja para los retadores, quienes tuvieron que hacerle frente a tres superestrellas al mismo tiempo durante el combate. El primo del Jefe Tribal no fue clave en el resultado final, pero sus espontáneas intervenciones dejaron a Reigns en una situación muy favorable para su causa. El rudo se mantendrá como la cara de la compañía y el mensaje es claro para el resto de la WWE: nadie podrá despojarlo de su cetro.
Pese a la derrota, Edge y Bryan brillaron durante el combate. Ambos mostraron lo mejor de su repertorio dentro y fuera del ring, por momentos su victoria parecía inminente pero simplemente no se culmino. El canadiense y el oriundo de Aberdeen, Washington buscaron rendir al mismo tiempo a Reigns en uno de los spots más espectaculares de todo el fin de semana. A manera de venganza, el Jefe Tribal decidió realizar la cuente de tres a sus dos retadores, confirmando su dominio en el ring.
Con Edge cerca de los 50 años y Daniel Bryan sumamente desgastado tras esta rivalidad es complicado pensar en una revancha para alguno de estos elementos. La Superestrella Categoría R se convirtió en el primer luchador en la historia de la WWE en ganar dos Royal Rumbles (2010, 2021) y perder sus dos oportunidades en Wrestlemania (XXVI, XXXVII), marcando una enorme mancha en su carrera llena de éxitos.
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