La principal característica de esta región es la presencia del río Don, el cual desemboca en el mar de Azov, lo que ha convertido la ciudad, desde su fundación en 1749, en una sede importante de comercio y agricultura.
Pese a la idea de que en todo Rusia el clima gélido es constante, en esta ciudad existen temporadas en las que el calor es recurrente, principalmente en el verano, es decir, en las fechas en las que coincidirá el Mundial, donde se alcanzarían temperaturas hasta de casi 40 grados centígrados en julio.
Para validar la sede de Rostov del Don, el gobierno de Rusia construyó el Rostov Arena, inmueble que albergará cinco partidos, cuatro de la Fase de Grupos y uno más de Octavos de Final. Entre esos cotejos destaca la presencia de la Selección Mexicana, que sostendrá su segundo encuentro de la justa en ese lugar, contra Corea del Sur.
La participación de la provincia de Rostov del Don en el Mundial concluirá en los Octavos de Final, donde se mida el líder del sector G, donde se encuentran Bélgica, Panamá, Túnez e Inglaterra, además del segundo puesto del sector H que lo conforman Polonia, Senegal, Colombia y Japón.
Pese a ser una ciudad meramente industrial, demuestra dos realidades distintas en cada lado del río Don, donde la construcción del estadio favoreció al crecimiento turístico de la zona izquierda del río, atrayendo más gente.
En un inicio esta localidad fue planeada como un punto clave para la recaudación de los impuestos que importaba el Imperio Ruso desde Turquía, aunque después las relaciones entre ambos países se deterioraron y pasó de ser una ciudad aduanera a ciudad fortaleza y hoy es un atractivo para la gente que visita Rusia.