El último partido de Rusia 2018 disputado entre Francia y Croacia se vio interrumpido unos momentos en la parte complementaria, debido a que integrantes del grupo de punk rock y activistas feministas Pussy Riot saltaron al terreno de juego del Luzhnikí como protesta.
Durante el minuto 52, el árbitro Néstor Pitana detuvo el encuentro para que intervinieran los elementos de seguridad y pudieran sacar a las cuatro mujeres de la cancha que vestían de policías y seguridad rusa.
A través de su cuenta de Twitter, el conjunto nombró a su protesta “La policía entra al juego“, en la que exigen libertad a los presos políticos, no encarcelar por "me gusta", detener los arrestos ilegales en los mítines todo por parte del gobierno de Vladimir Putin, entre otras demadas.
El contratiempo no pasó a mayores, debido a que fueron rápidamente detenidas y momentos después el partido se reanudó con normalidad, encuentro que culminó con la coronación de Francia en el Mundial.