En un hipotético caso en el que Rusia e Inglaterra logren superar a sus rivales en Cuartos de Final, ambos se enfrentarán en Semifinales y con ello se aproxima un partido que puede considerarse de alto riesgo para la FIFA.
A este juego antecederían las peleas entre hooligans ingleses y ultras rusos quienes se enfrentaron a golpes en las calles de Marsella previo al enfrentamiento de ambas selecciones en la Eurocopa 2016 y que dejó a varios heridos de gravedad y un aficionado inglés fallecido.
Estos hechos se trasladaron al estadio Velodrome, donde ambas aficiones volvieron a chocar luego de que los ultras rusos invadieran la sección en la que se encontraban los hooligans rusos y en la que ambos se lanzaron, incluso bengalas, lo que llevó a un llamado de atención por parte de UEFA.
Además, se añaden las dificultades diplomáticas entre los gobiernos de ambas naciones. Antes del Mundial el gobierno británico decidió no asistir a la ceremonia inaugural de Rusia 2018 luego de un ataque químico contra Serguei Skripal, exoficial ruso quien es acusado de actuar como agente doble para Rusia y Reino Unido, y contra su hija en la localidad de Salisbury, Inglaterra.
En Gran Bretaña culparon directamente al gobierno de Vladimir Putín y la primera ministra Theresa May anunció que ningún miembro de gobierno ni de la familia real asistiría al torneo de futbol. Esto incluyó al presidente de la Asociación Inglesa de Futbol, el príncipe Guillermo, Duque de Cambridge.
Aunque la FIFA trata de ser muy cuidadosa de evitar enfrentamientos entre naciones con problemas más allá de las canchas, existen ocasiones en que no se pueden evitar. Este partido se sumaría a una serie de cotejos de Copa del Mundo que se han disputado con un trasfondo político entre las naciones que se enfrentan.
