El entrenador del Toluca, el argentino Hernán Cristante, explicó este viernes que debió aplicar "inteligencia emocional" para controlarse y dejar de comportarse "como un patán".
"Llegué a portarme como un patán, no puedo sacarme la pasión a lo que me gusta hacer, pero sí puedo aplicar inteligencia emocional para controlar y manejar lo que tengo que cambiar. Me hice tanta fama que tuve que cargar con ello", manifestó.
Cristante se alista para su segunda etapa como entrenador del Toluca, ahora en el Torneo Guard1anes 2021. En la primera, entre 2016 y 2019, fue expulsado nueve veces y esto lo obligó a examinar su manera apasionada de dirigir.
"En ese ser un patán no quería dañar a alguien, pero lo hacía. Es algo en mi aprendizaje que mejoré y eso se tiene que ver reflejado en el juego y me he preparado para no cometer los mismos errores. La preparación de un técnico no va solamente por el aspecto táctico, la fichita o el aspecto físico. Va por los aspectos emocionales, no solamente la mía, sino la del grupo", comentó.
El sudamericano explicó que en su vuelta al Toluca se encontró un equipo lastimado en lo anímico que de inmediato se propuso corregir.
"Cuando llegué encontré un equipo retraído que espera instrucción y no la acción. Hemos trabajado para cambiar ese estado de ánimo. Nos va a llevar un poco de tiempo, pero hay que reconstruir sobre el estado de ánimo que se vino abajo".
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El timonel detalló cómo ha trabajado para erradicar de los jugadores del Toluca la culpabilidad que dice cargaban luego de un torneo de Apertura 2020 en el que terminaron en la undécima posición.
"Hemos trabajado en el hecho de que el jugador se sentía culpable del error cuando el error es algo cotidiano, es parte del juego y he encontrado una buena respuesta; hay un cambio emocional porque los chicos ya quieren comenzar a jugar. Los veo con otra cara".