Este miércoles es el regreso de Marco García a Ciudad Universitaria, pero ahora como jugador de los Gallos Blancos, equipo a donde emigró para el actual Torneo Apertura 2023, y donde no le ha ido del todo bien, pues sólo ha jugado 92 minutos en la temporada.
Y es que en junio pasado se anunció oficialmente su salida de Pumas, esto después de haber vivido tiempos complicados en Universidad, donde no tuvo la actividad deseada, no entró en planes y se esperaba que en Querétaro tuviera más minutos de juego y por eso entró en la negociación por el portero Gil Alcalá; sin embargo, no ha sido así, pues el mediocampista, considerado por un tiempo como la promesa de la cantera de Pumas, sólo ha tenido participación en tres partidos, de los cuales ha sido titular en uno, pero ha salido a la banca en todos los demás juegos del torneo.
Los últimos torneos de Marco García con Pumas fueron de subidas y bajadas, ya que en 2020, en el Clausura, cuando debutó, además de que se 'revivió' el caso de presunto acoso a una psicóloga en el que él estuvo involucrado (ocurrido en 2017), se lesionó de los ligamentos de una rodilla y fue operado, por lo que dejó de jugar casi un año.
Posteriormente, se incorporó a Pumas Tabasco (entonces filial felina de Liga de Expansión), pero además de jugar poco, se lesionó de un hombro. Y meses después regresó con el primer equipo, entonces dirigido por Andrés Lillini, periodo donde jugó más minutos; después subió y bajó de Expansión y categoría Sub 20 al primer equipo, pero ahí tuvo muy poca participación y entonces se decidió enviarlo a Querétaro.
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