Por fin se terminó el 2019 para Pumas, un año de fracaso y cuyo final parecía ya estar escrito, pues terminaron perdiendo 2-0 en Pachuca y por supuesto que eliminados de la Liguilla, víctima de sus propios errores.
Tanto el Clausura como el Apertura fueron un par de torneos para el olvido auriazul ya que en ninguno lograron calificar; además, sólo pudieron ganar un juego de visita en cada torneo.
Y aunque este sábado los felinos apelaban a que ocurriera un milagro para entrar a la Liguilla, entraron a jugar ya eliminados igual que los Tuzos.
Errores, falta de contundencia y mala fortuna es lo que arrastraron los de Míchel González a lo largo del semestre, pero sobre todo contó con la ausencia de garra, esa de que ya sólo quedó en el recuerdo y es parte del discurso.
Este sábado en el Estadio Hidalgo y a pesar de estar eliminados, los Tuzos pelearon y acabó siendo una noche especial para el joven Roberto de la Rosa quien fue el autor de los dos goles hidalguenses (35' y 56'). Primero aprovechando la cortesía de Pablo Jáquez, quien le dejó todo puesto para marcar y no desaprovechó; y en el segundo tanto sólo empujó la pelota. Ya luego, Jáquez salió de cambio al medio tiempo y entró Jeison Angulo, pero no sirvió de nada.
Pasó el tiempo y Pumas no llegó al área de Pachuca; algún remate desviado, pero nada de peligro.
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Los aficionados universitarios fueron quienes no aguantaron la derrota y con cánticos y gritos expresaron su inconformidad, misma que parece no haberle importado a los jugadores universitarios quienes ya no pudieron hacer nada en el terreno de juego e incluso al final del partido ignoraron a su gente.
Al final, los Pumas no fueron capaces de darle a su afición por lo menos un triunfo en el cierre del torneo y tuvieron que quedarse con la amargura de cerrar el Apertura 2019 con un descalabro y además eliminados de la Liguilla donde pudieron a haber ingresado, pero su falta de ambición se los impidió.
