En la magnifica disección que hace del futbol, Juan Villoro no se anda con rodeos y define a la perfección la pasión por los Rayos: "El Necaxa es como la literatura, para las minorías ilustradas". Aun así, la burla hacia los otrora Electricistas se remite a la cantidad de aficionados que siguen al equipo, situación que está lejana a la realidad gracias a lo conseguido por el club en los 90.
Ricardo Peláez, delantero del mítico Equipo de la Década, sabe que los logros que consiguieron hombres como él, Alex Aguinaga, Alberto García Aspe, Nicolás Navarro, Ivo Basay, entre otros, dejó una buena base de fieles necaxistas que cada que el equipo visita la Ciudad de México se hacen presentes en el Estadio Azteca o en el Olímpico Universitario.
"Hoy hay una generación de chavos, de 33 a 40 años, que se identificaron con el equipo ganador. Siempre he pensado que los aficionados se logran de dos formas: por herencia, porque los papás te llevan al estadio y te quedas con el equipo al que le van tus papás.
"La otra es por logros consecutivos, por ser un equipo ganador con el que los niños se identifican. Hay una generación de muchos necaxistas que vienen de esa etapa, que vieron a ese equipo ganador, que se identificaron. A todos ellos les mando un abrazo por el Centenario y qué bueno que pudieron ser seguidores de esa época gloriosa del Necaxa", comentó el analista de TUDN en entrevista con RÉCORD.
Levantar dos títulos de Liga, Copas locales e internacionales como rojiblanco es algo que Peláez Linares siempre guardará con cariño, aunque hay un logro que enmarca con el mismo valor: atraer a una afición que estaba en peligro de extinción gracias a los éxitos.
"De ser un equipo que no llevábamos 20 personas al estadio llenábamos estadios y éramos un equipo espectacular", sentenció.
