Fiel a su costumbre en la Liga MX, el arbitraje dio de qué hablar en el último partido de Play-in del Clausura 2024, entre Pachuca y Necaxa.
De acuerdo con Felipe Ramos Rizo, en el primer tiempo del compromiso en el Estadio Hidalgo, el silbante Fernando Hernández le perdonó a los Tuzos la expulsión de Carlos Sánchez por una acción sobre Diego Gómez.
En la jugada en cuestión, el jugador de los Rayos se barrió y alcanzó a tocar primero el balón. Mientras que el futbolista de los Tuzos llegó un poco tarde, pero sí alcanzó a pisar en la rodilla a su rival, que se quedó resentido en el campo.
El árbitro central consideró que la acción fue un choque futbolero y no la sancionó, pero Ramos Rizo criticó la apreciación del silbante y del VAR, ya que ni siquiera se revisó la acción. "Ya se le fue un penal, también se le fue esta expulsión, directo a la rodilla del jugador de Necaxa".
El penal al que se refirió fue por un aparente empujón dentro del área que no fue sancionado, cuando iban 25 minutos de juego.