La Liguilla es un torneo que sea juega distinto y Juan Reynoso lo sabe de sobra, por lo que sin importar que sus planteamientos sean juzgados, el timonel hará lo que sea necesario para levantar la novena estrella con Cruz Azul.
A pesar de los cometarios, lo único cierto es que La Máquina está a 90 minutos de encarar una nueva Final, y parte de ello es debe a la lectura que ha dado Reynoso a cada eliminatoria.
Ahora, Cruz Azul necesita ganarle a los Tuzos en la cancha del Estadio Azteca por cualquier marcador o incluso culminar con el cero a cero en el global para meterse en la Gran Final y, como en toda situación, existen pros y contras.
Tras los primeros 90 minutos en casa del Pachuca, Juan Reynoso obtuvo algunas conclusiones importantes.
Por ejemplo, Santiago Giménez, quien lució desenchufado a lo largo del torneo y que pinta para ser determinante el próximo sábado.
Ingresó de cambio en la Bella Airosa y estuvo muy cerca de inclinar la balanza para los celestes, luego de haber roto una larga de sequía de gol ante Toluca.
Otra de las conclusiones positivas es la gran cantidad de variantes y la repuesta de sus jugadores ante cualquier eventualidad, pues el estratega suele modificar sus escuadra sobre la marcha, reforzando el funcionamiento del equipo.
A pesar de ello, hay dos cuestiones que inquietan al cuerpo técnico y son el momento de Orbelín Pineda y Luis Romo.
Ambos arrastran con una gran cantidad de partidos disputados entre Liga y Selección y han caído en un esfuerzo físico importante que incluso llevó a Romo a pedir su cambio ante los Tuzos.
Mientras que Pineda ha intercalado entre el banquillo y el terreno de juego por decisión técnica, aunque los dos serán fundamentales en el partido de Vuelta.