Ya no es una sorpresa que al final de los partidos haya invasión de cancha por parte de los aficionados, hoy en Puebla no fue la excepción, sin embargo, el trato que recibieron los seguidores, incluidos, niños fue excesivo por parte de la seguridad.
Apenas salieron de la mirada de los aficionados que estaban en la tribunas cuando los invasores comenzaron a recibir toda clase de maltrato, desde empujones, golpes en la cabeza e insultos verbales.
El niño que se brincó y corrió con Guillermo Ochoa, quien lo arropó y caminó con él hasta los vestidores fue sometido contra la pared con los brazos a la espalda como si se tratara de un delincuente.
Lo peor fue la postura de gente de Puebla, quienes estaban más preocupados porque nadie estuviera grabando que por evitar ese abuso, ya que para ese momento, dos de ellos ya estaban en el suelo recibiendo patadas.
"Que les peguen por ser del América", se pudo escuchar entre risas por parte del personal local.