La Federación de Futbol de Estados Unidos (US Soccer) estableció una regla contra la discriminación en sus tribunas en la que castiga con dos años de suspensión para organizar partidos en territorio del vecino del norte. Es decir, el responsable es quien planea y monta el juego, no a los equipos que lo disputan.
En el marco del Clásico de Concacaf entre las selecciones de Estados Unidos y México, trascendió que podrían castigar al Tri si se da el grito prohibido por FIFA en las gradas del Estadio State Farm de Phoenix este miércoles, sin embargo, la FMF no organiza este juego, sino la propia US Soccer. Es Soccer United Marketing (SUM) la empresa contratada para este duelo por los vecinos para llevar a la Selección Azteca.
Cabe aclarar que mientras la Femexfut mantiene el contrato multimillonario con SUM, que en cada ciclo mundialista establece que el Tri debe jugar 20 partidos en Estados Unidos, además de pagar una visita al representativo de los locales, US Soccer decidió no renovar su contrato con dicha empresa para este periodo rumbo al 2026.
Las federaciones de ambos países prepararon y realizan una serie de dinámicas para buscar erradicar el grito y cualquier acto discriminatorio alrededor y durante el partido amistoso de mañana, como un mensaje de los capitanes, videos y recordatorios con el sonido local, entre otras.