El tsunami futbolero llegó a Buenos Aires como una oleada de optimismo y emoción. El buen paso de México en el Mundial tomó por sorpresa a propios y ajenos, e invitó a pensar en una real evolución independientemente de la rotación frenética que invita a la especulación y, por ende, al cuestionamiento.
El propio César Luis Menotti, parteaguas en el pensamiento ganador al interior del Tricolor, pese a su breve gestión entre 19991 y 1992, crítico de la excesiva rotación y analítico de un rendimiento magro, vive el momento mexicano como propio desde el sorprendente triunfo contra Alemania.
"La emoción que significó para mí ver el futbol que desplegaron sólo yo la sé. Una alegría inimaginable. Me dejó pleno más allá de la prudencia lógica, pues es un primer partido, pero ¡qué alegría me dieron!", afirmó para RÉCORD un Flaco feliz por la victoria del Tri que lleva a "soñar".
¿Te deja alguna sensación especial el Mundial de los mexicanos?
Sí, siento que hay que ser prudente, porque México hace tiempo que es protagonista y es respetado. Ganarle a Alemania provocó una euforia entendible, pero a la que hay que dominar. Hay que pasarla a modo prudencia.
¿Qué viene ahora para el equipo después de toda esta locura?
El paso siguiente del protagonismo es ser candidato y serlo cuesta mucho. Hay que ir con prudencia por más que suene reiterativo. Eso sí, la gente debe seguir acompañando al equipo, porque cada paso en un Mundial es realmente difícil.
Cualquier adversario es complicado. Con tan sólo observar lo sucedido hasta ahora se saca esa conclusión. Por eso es tan meritorio lo que hizo México.
¿Cómo se sostiene eso después de este entusiasmo?
Se capitaliza de modo positivo sin desesperar ni creerse los dueños del mundo. Se dio un paso importante, pero hay que dar varios más. Ahora el asunto es no perder la identidad del juego. Realmente me gustó mucho este equipo, hay que esperar que evolucione, ser prudentes, pero es cierto que este protagonismo invita a soñar.
¿Se piensa en el rival específicamente o en el Mundial en general?
Tiene partidos muy difíciles y debe pensar en todo. Con cautela y disfrutando del paso dado, pero pensando en el que hay que dar.
Me gustó el partido contra Alemania y las personalidades de sus jugadores. Es notable y se ve durante el año con lo protagonistas que son en sus propios equipos. Está claro que México crece año tras año, sabe lo que hace y cada Mundial sube un escalón más.
¿En qué debe trabajar?
En seguir construyendo esa relación afectiva con toda la afición. A veces un resultado no justifica la actuación.
Muchas veces se gana jugando muy mal. El mérito de México en esta oportunidad es que ganó un partido muy difícil, contra el actual Campeón del mundo, con autoridad y con suficiencia competitividad. Ahora cada partido hace al futuro. Si ganas uno, tienes que ganar el otro, eso es un Mundial.