Cuatro encuentros recientes de la Selección Mexicana y un solo gol no hablan bien del ataque mexicano. Juan Carlos Osorio lo sabe, pero no se preocupa, se ocupa de ello y el mayor de los retos desde que llegó a Europa fue apuntar todos sus entrenamientos en mejorar esa área.
A falta de dos días para el gran debut del Tricolor con Alemania, la exigencia del timonel colombiano se ha regido en mejorar de media cancha para arriba. Cada entrenamiento tiene ejercicios que en los que la mayor encomienda es que se concreten las jugadas.
El último duelo en territorio azteca ante Escocia exhibió la carencia que viven los delanteros mexicanos, Raúl Jiménez y Oribe Peralta no lograron acabar con la sequía frente al arco aquella noche de despedida ante su afición.
Javier Hernández tampoco vive su mejor momento ante la portería, este trío lleva casi dos meses de no encontrarse con el gol en sus respectivos equipos.
Ante Alemania, Osorio no solo buscará defender, su estrategia ha estado basada en generar peligro con sus extremos, que son destacados como es el caso de Carlos Vela, Jesús ‘Tecatito’ Corona e Hirving Lozano, por eso el énfasis en sus entrenamientos.
En territorio mundialista la intensidad se ha elevado, el estratega sabe que es un juego de vida o muerte, que no tiene nada que perder cuando las estadísticas están en su contra, por eso la exigencia ha aumentado y se le ha visto insistente, incluso se ha escuchado decir “terminen la jugada carajo” su desesperación solo es traducida en atacar una de las mayores carencias que tiene el equipo mexicano desde hace varios encuentros.
Con las distintas salidas que les permite el estratega nacional, hoy no solo son los delanteros que buscan atacar, los laterales han sido entrenados para llegar hasta línea de fondo y buscar que la contundencia aparezca el próximo domingo.
