Una imagen de Francia 1998 que quedó impregnada en las retinas de los seguidores mexicanos fue la del eufórico festejo de Ricardo Peláez en el empate parcial ante Corea del Sur.
El delantero había entrado de cambio para el segundo tiempo, y apenas cinco minutos después consiguió la igualada, que, más tarde, terminaría en triunfo Tricolor.
Manuel Lapuente reveló que no podía dejar fuera de la Copa del Mundo a un jugador de toda su confianza, con un coraje especial. Y que además le dio un par de títulos de Liga en la era dorada del Necaxa.
“Yo me llevé a Ricardo porque necesitaba su fuerza y su coraje, y me dio mucho gusto, él me dijo que no se lo esperaba que me lo llevara al Mundial.
“Alguien que me dio dos campeonatos (con Necaxa) no se puede despreciar”, aseguró el estratega.
Fue tal la confianza del Tri en el segundo tiempo de ese partido ante los asiáticos, que Cuauhtémoc Blanco se dio tiempo para deleitar al mundo con su peculiar 'Cuauhteminha'.
“Cuauhtémoc se hubiera animado siempre, ganando, perdiendo, porque se tenía mucha confianza”, finalizó.
LO MÁS IMPORTANTE DE SU CARRERA
Ricardo Peláez reveló a RÉCORD que, tras ser sacado de la lista de Miguel Mejía Barón de último momento para Estados Unidos 1994, pensó que jamás podría cumplir su sueño mundialista; sin embargo, Lapuente se lo regresó cuatro años más tarde.
“(Jugar un Mundial) fue el techo de mi carrera. Lo más importante. Lamentablemente México no fue al Mundial de 1990 y para el de 1994 me quedé fuera de la última lista de Miguel Mejía Barón, con 31 años. Pensé que no iba a poder cumplir ese sueño; sin embargo, fui perseverante, luché, seguí anotando goles en mi equipo (Necaxa) y también el técnico (de la Selección) era Manuel Lapuente, entonces él me conocía muy bien y tuve la oportunidad de cumplir mi sueño a los 35 años: jugar un Mundial y meter dos goles”, señaló Peláez.
Con información de Daniel Ocaranza