Javier Aguirre, entrenador de la Selección Mexicana en dos Mundiales, explicó una de sus acciones más polémicas en el campo: su patada al panameño Ricardo Phillips que le valió la expulsión en un partido de la Copa Oro 2009.
El ahora técnico del Leganés dijo, en entrevista con la Liga MX, que se vio obligado a realizar dicha agresión porque los futbolistas mexicanos no mostraron garra durante el juego.
“Los regañé, porque tuve que dar una patada que ellos no se atrevieron a dar en el campo. Puse el ejemplo, mal, pero se los puse. Tenía los ojos inyectados de sangre, nos estaban comiendo el terreno. Hay una jugada que lo ejemplifica, bueno dos, una se barre mi capitán Torrado, el rival salta y lo pisa, nadie le dijo nada. La otra, va un balón áereo, Ochoa lo sigue, se cuelga del arco y viene el delantero de Panamá y lo estampa contra la portería, los centrales en vez de ir a defender a Ochoa o mentarle la madre al rival, casi le piden perdón”, expresó.
“No podía más, algo tenía que hacer, el negrito ese, sale el balón, se quiere hacer el vivo y le meto una patada, le pido perdón y me voy. Le dije a mis jugadores, cabr... tengo que hacer su trabajo, si te están pasando por encima, por lo menos que se vea actitud, que se vea garra”, añadió.
Cabe recordar que la patada de Aguirre a Phillips se suscitó al minuto 79 cuando el panameño se encontraba disputando el balón en la banda. El encuentro terminó con empate 1-1.