Ángel Cappa, exentrenador, escritor, ideólogo y amante del buen futbol, disfruta como pocos tener conversaciones en las que el estilo de juego es protagonista.
El de Bahía Blanca, Argentina, probablemente el más auténtico defensor del Menottismo, no dudó en afirmar que la exportación de mexicanos al extranjero se inició precisamente de la mano de César Luis Menotti, reconociendo que uno de sus principales legados fue “convencer al mexicano de que estaba en condiciones de competir en igualdad con cualquier equipo del mundo”, explicó.
En entrevista con RÉCORD, el argentino, campeón de Liga con el Real Madrid en dupla con Jorge Valdano, reconoció que su compatriota Gerardo Martino “es un entrenador ideal para México por la forma en la que conecta con la idiosincracia del jugador mexicano”.
“En aquella época en la que Martino jugó en Rosario, el simple hecho de jugar bien era una obligación y una necesidad. Él se crió con esa idea y ese concepto de juego es el que le viene bien al futbol mexicano”, expresó desde Madrid.
¿Qué recuerdos le vienen a la mente de su época en el Atlante?
En primer lugar el cariño de la gente. No me fue bien. Mejor dicho, me fue mal en cuanto a resultados, pero el equipo jugaba bien.
¿Eso le da tranquilidad?
Por lo menos te queda algo. Cuando terminó el campeonato, una porra de Tepito me invitó a una fiesta de ellos y me agasajaron y me abrazaban y me besaban y me dieron regalos, porque el equipo jugaba bien. Eso es lo que me queda. Recuerdo mucho que yo quería jugar por el campeonato. Tuvimos partidos maravillosos, goleamos a Chivas en Guadalajara. Nos ganó América 1-0, con una ayuda del árbitro, fue escandaloso en el Azteca, empatamos con el Toluca, que salió campeón haciendo un muy buen partido. Teníamos el defecto de que nos hacían goles con mucha facilidad… Entonces me queda eso, que el equipo jugó bien y el agradecimiento de la gente, cosa que no es frecuente.
¿Cómo considera el trabajo que viene realizando el Tata Martino?
Yo creo que el Tata Martino es un entrenador ideal para México porque conecta con la idiosincrasia del jugador mexicano. El jugador mexicano quiere jugar y el Tata Martino es el producto de una ciudad como Rosario, que tiene ese concepto básico. Por lo menos en aquella época en la que jugó el Tata Martino en Rosario, jugar bien era una necesidad, era una obligación, y él se crió en ese concepto de juego, entonces le entonces le viene muy bien al futbol mexicano. Lo que le viene mal son jugadores defensivos que le hacen jugar al jugador mexicano de cualquier forma. Cuando un extranjero dirige una selección nacional es difícil en cualquier parte del mundo, porque lo primero que le dicen es que es extranjero y porque además hay prensa, y un nacionalismo muy barato, pero esto es en todos lados. Está bien el nacionalismo como actitud de defensa y de cultivar tu cultura. Mi generación no lo fue tanto, porque todos teníamos abuelos extranjeros y teníamos en el barrio árabes, judíos, españoles, italianos. Si va un entrenador extranjero, respetuoso de la cultura donde está, puede aportar su conocimiento de futbol
¿Cuál es su opinión sobre el jugador mexicano?
Al jugador mexicano le gusta jugar, tiene técnica, lo que le faltaba en aquel momento en el que yo estuve ahí, era roce con otro futbol. Ahora hay más jugadores mexicanos que juegan fuera y eso lo inició Menotti. Además, yo discutía a favor del jugador mexicano en cuanto a lo físico, porque había algunos entrenadores que querían hacer jugadores mexicanos musculosos, y yo decía que no hacía falta.
Si yo traigo a jugar a un alemán al Azteca al mediodía y después lo llevo a Santos Laguna con 40 grados de calor y después voy a la altura, el tipo se muere, y el jugador mexicano a diferencia, es muy resistente. No hace falta tener músculo para ser resistente. Le comentó a Valdano que la diferencia entre el futbolista mexicano y el argentino es que el argentino se cree más de lo que es y el mexicano se cree menos.
¿Por qué?
Es verdad. El jugador argentino tiene una virtud que para vivir es muy mala, pero para competir es muy buena. Todo el mundo se cree más de lo que es, todos los argentinos se creen Messi cuando juegan al futbol, en cambio, el jugador mexicano en aquel momento se sentía inferior al europeo y al sudamericano. Claro, estamos hablando de hace muchos años y yo creo que eso ha cambiado.
Ahora ve el mexicano que está en condiciones de competir contra cualquiera, se gana o se pierde, pero eso es otra cosa. El jugador argentino tiene también mucha garra, no se entrega nunca y es muy competitivo y eso el mexicano no lo era tanto. El mexicano perdía un partido y se cambiaba tan tranquilo en el camerino, le pedían autógrafos fuera y eso chocaba con mi manera de ser, pero después entendí que eso era mejor, porque el futbol tampoco hay que llevarlo a una tragedia.
¿Cuál cree que es el legado que dejó Menotti a México?
El convencer al mexicano de que estaba en condiciones de competir en igualdad con cualquier equipo del mundo. Los llevó a jugar contra todos y eso los hizo reconocer su valía y les hizo aumentar la autoestima que es importantísima para jugar al futbol. Usted sabe lo difícil que es en México que el seleccionador nacional sea extranjero.