Carlos Reinoso tuvo un gran año al frente de los Tiburones Rojos. El entrenador ha demostrado su gran experiencia y logró hacer historia con la institución veracruzana. Conformó un gran equipo al cual salvó del descenso y llevó a la Liguilla durante los dos torneos de 2015.
El cuerpo técnico, directiva y afición están muy contentos con los resultados obtenidos. Para el próximo 2016 sólo tienen en mente mejorar y superar todo lo realizado hasta ahora.
“Dentro de la felicidad por tener trabajo, el recuerdo de mi hijo sigue vivo. Estoy bien, feliz, mi hijo me pidió que dirigiera por mis nietos y ellos se sienten orgullosos de ver que al abuelo le va bien. Están contentos por los logros y eso me motiva a seguir”, platicó a RÉCORD.
A pesar de que el entrenador demuestra una gran alegría por poder seguir trabajando en las canchas, admite que la tristeza también se hace presente y sobre todo en esta fechas de celebraciones, donde toda la familia sufre por la ausencia de José Antonio Reinoso, quien falleció hace casi dos años.
“Dentro de las cosas bonitas existe la tristeza y el dolor de que tu hijo se fue, es un recuerdo feo que perdura contigo y los sentimientos se acumulan. Para los Reinoso estas fechas eran para disfrutar, ahora no tanto, se han hecho muy tristes porque extrañamos mucho a mi hijo. Todos en la familia sufren su ausencia, sus hijos, esposa, hermanos y sobrinos”, expresó.
Reinoso quiere un nuevo año de éxitos laborales, pero ante todo desea bienestar para todos sus seres queridos y para la afición.
“Quiero salud para toda mi familia y para toda la gente que nos hace el favor de acompañarnos siempre. También pido paz para la gente en el mundo, es muy feo ver que sucedan cosas tan graves como lo que pasó en Francia recientemente”, agregó.