Óscar Pérez es el ejemplo perfecto del significado de la palabra constancia. Nadie ha jugado más partidos que él en la Liga MX. Sus logros a nivel internacional son notables y está a punto de sumar uno más, cuando dispute el Mundial de Clubes. Sin embargo, a sus 44 años, él se muestra sereno, con los ‘pies en la tierra’. Se siente orgulloso de su paso por el futbol, pero jamás presuntuoso y advierte que va por más.
“No, la verdad no (se siente leyenda). Me siento más jugador y que siempre ha tratado de dar lo mejor, tratado de trascender. Me enorgullece y compromete a dar lo mejor, a seguir buscando récords. Obviamente me enorgullece trascender, dejar huella, hacer historia”, reconoció.
Con 722 partidos, el Conejo es el jugador que más partidos ha disputado en la Liga MX, acumula dos títulos (Invierno 97 y Clausura 2016), cetros en Concacaf y en Copa MX; fue Subcampeón de la Libertadores en 2001 y posee una gran experiencia con el Tri. Pese a su brillante palmarés y a que en seis meses ‘colgará los guantes’, Pérez no se cansa.
“De alguna manera estoy consciente de algunos récords, ojalá pueda alargar al de jugador con más minutos jugados o el de jugador con más edad estando en la Ligas. Estas situaciones me motivan y dejan muy contento para seguir adelante”.
Para cerrar con broche de oro su camino en el futbol, el Conejo advirtió que sueña con una triple corona: ganar Liga, Copa MX y Mundial de Clubes, con Pachuca.
“(Éste) podría ser el torneo del Pachuca y con el Conejo Pérez, yo creo que primero es lo grupal y después lo individual. Es un juego de conjunto y si el grupo anda bien, después, como consecuencia, van sobresaliendo las individualidades. Lo primero es que Pachuca ande bien y después, lo que Dios diga”.
