Aunque han pasado casi 14 años de su paso por Cruz Azul, Rubén Omar Romano no olvida al equipo cementero, en donde considera que mantiene una cuenta pendiente tras recordar una apresurada salida en 2005, precedida de una desdicha personal.
“Cruz Azul es uno de los equipos en donde quedó algo pendiente, que pudo haber sido algo importante. No se dio por circunstancias, pero ya habrá momento. Ese Cruz Azul estaba para ser campeón, tenía un equipo que jugaba muy bien al futbol, que le gustaba a la gente, pasaron esas circunstancias (secuestro).
"No renové contrato porque le dijeron a la gente de Cruz Azul que tenía que descansar, cosa que para mí no era lo más indicado. Al contrario: debía seguir metido en esto. Es algo que tengo pendiente en mi cabeza; algún día me gustaría volver”, aseguró Romano a RÉCORD.
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Para Rubén, quien tuvo su última experiencia dirigiendo el año pasado a Atlas, Ricardo Peláez y Billy Álvarez son los dos máximos pilares del actual Cruz Azul, equipo que, desde su perspectiva, proyecta una imagen de mayor jerarquía respecto a la de años anteriores, gracias al trabajo de tales personajes.
“(Ricardo) Peláez es uno de los pilares junto con Billy Álvarez. Cruz Azul está por el camino correcto con un director deportivo que sabe de lo que se trata; ha tenido éxitos anteriormente y le dio una cara diferente al equipo, siempre apoyado por un presidente, que para mí es uno de los mejores, que da todo el apoyo necesario a la gente que trabaja desde abajo”, agregó.
"La Máquina siempre tiene presión, uno lo sabe cuando va a Cruz Azul. Los equipos grandes tienen presión, no solamente el cuadro celeste tiene obligación de ir por el campeonato. Uno tiene que convivir con esa obligación y saber manejarla. Ahora, arrancó mal porque cada día te estudian más. Debes tener más variantes, pero tiene un plantel muy importante para pelear en la Liguilla”, concluyó.
