Jesús Daniel García es un soñador, un joven humilde que de esfuerzo sabe mucho, y que hoy confía en que su trabajo le saque adelante, aún lejos del mar y la pesca, dos de las grandes pasiones en las que debió apoyarse para convertirse en futbolista profesional.
Le bastaron 21 años de edad y siete partidos en primera división para llegar a Cruz Azul, pero detrás del glamour otorgado por la Liga MX aparece una historia llena de sudor y lucha, esa hambre que le impulsó a cada día para dar lo mejor de sí mismo.
"Bien sabemos que las personas humildes son las que más trabajan, las que más se esfuerzan y posiblemente eso me ayude mucho", expresó con seguridad el 'Propela', quien lleva en el sobrenombre parte importante de sus orígenes.
"Somos originarios de un campito pesquero, y el asta del motor marino es la propela, por ahí va el apodo", explica el originario de Navolato, una localidad en Sinaloa con aún menos habitantes de los que cabrían al interior del Estadio Azul, su nueva casa.
Jesús debutó en la Liga MX hace menos de seis meses e incluso ya fue convocado a Selección Nacional, con la que participó en el torneo Esperanzas de Toulon, pero hasta hace menos de un año no corría con la misma suerte, y tuvo que surcar por el pacífico para salir adelante.
"Es muy agotador. Incluso hace seis meses, cuando jugué aquí en Segunda Premier en Dorados trabajaba en el mar y jugaba. Los entrenamientos eran a las siete de la mañana, yo me desocupaba a las diez. Cuando llegaba a mi casa, mi papá ya me esperaba para irnos a pescar y regresar antes de que oscureciera", comentó con orgullo.
Sabe que extrañará su tierra natal y que la Ciudad de México también representa nuevos retos, pero su compromiso va más allá de las comodidades que podría ofrecerle la Máquina; su deseo es seguir aprendiendo y trabajar tanto como hasta hoy para aportar a Tomás Boy y compañía.
"Yo voy a poner todo de mi parte, voy a trabajar al máximo, poner mi granito de arena para hacer las cosas bien, voy a tratar de hacer grupo lo más que pueda. Voy con todo el ánimo, con muchas ganas de salir adelante y de aprender de Cruz Azul", agregó el 'Propela'.
Alejado del mar, y de todo lo que un día vivió en Sinaloa, estará en busca de nuevas ocupaciones, pero siempre concentrado en seguir mejorando, con el mismo esfuerzo que imprimió desde hace varios años, y del que hoy recoge los frutos.
"Voy a tratar de dedicarme a hacer mucho ejercicio, a mantenerme en forma, a buscar algunas clases de idiomas, eso quiero para no estar sin hacer nada. Fue un cambio muy rápido, me dio vuelta la vida. Fue algo inesperado, pero bueno", confesó.