La situación de Tomás Boy en Cruz Azul era insostenible. El fracaso en Copa y la irregularidad mostrada por el equipo terminaron por cortarle la cabeza al entrenador, quien presentó su renuncia tras la derrota del sábado frente al Puebla, poniendo fin a una de las etapas más sombrías en su carrera.
“Para comunicarles la situación que vive el cuerpo técnico del Deportivo Cruz Azul. Tomás Boy no pudo estar aquí por cuestiones de reglamento, él quería comunicarlo personalmente.
“Terminando el partido se despidió de los muchachos. Nosotros como directiva estamos totalmente de acuerdo y, a partir de mañana a las diez de la mañana, se hará cargo del plantel interinamente Joaquín Moreno”, dijo Eduardo de la Torre, director deportivo de la institución, al finalizar el juego.
El Jefe se fue por la puerta de atrás luego de una gestión para el olvido. Dejó al equipo prácticamente sin posibilidades de calificar a la Liguilla, en el lugar número 12 de la tabla porcentual, pero sobre todo con más recuerdos de sus escándalos que de sus triunfos.
Boy llegó en el Apertura 2015 para relevar a Sergio Bueno y tomó al equipo en una situación comprometida.
En su segundo campeonato, terminó en la posición número nueve, a dos puntos de una clasificación que tuvo en sus manos, pues necesitaba un empate frente a Tigres y cayeron en casa 0-3. Para este campeonato las cosas no fueron diferentes, incluso protagonizó incidentes extra cancha.
El primero fue con la propia afición de Cruz Azul de la que se burló y encaró afuera del estadio; el segundo fue en la Jornada 12, cuando le mostró la cartera al árbitro.
El estratega tuvo una efectividad de 42% en Liga MX, además, nunca pudo ligar triunfos y en Copa sufrió tres eliminaciones.