Cinco partidos jugados, cero victorias y solo un gol a favor para despedir al Estadio Azul ha sido el detonante perfecto para que la afición se manifieste con abucheos, insultos y el ya clásico "fuera Caixinha".
Tanto grito ha llegado a las 'orejas' del Óscar Pérez, leyenda celeste, que este sábado vuelve al que alguna vez fue su hogar y que reprueba la forma en que los fanáticos demuestran su rabia.
"Yo también viví una etapa difícil ahí. La gente se desespera, sale triste y desilusionada. De alguna manera demuestran esa frustación con lo que gritan. No está bien (abuchear al técnico). Lastimosamente hasta que no se logre ser campeón ese peso seguirá", expresó a RÉCORD.
El portero suplente de Pachuca sabe que La Máquina necesita de su gente para revertir la situación.
"El que llega tiene que cargar con la historia y debe tener una estabilidad emocional importante para controlar toda esa presión que la afición ejerce. Paciencia no les puedo pedir, pero sí que entiendan un poco la situación y tengan confianza", indicó.
Al hablar del equipo de sus amores, Conejo no puede ocultar el brillo en sus ojos y la decepción que siente al saber que será la última vez que pise el césped del Estadio Azul.
"Son partidos especiales para mí, Cruz Azul es la institución donde me formé. Dejé muchos amigos y siempre estoy pendiente de lo que pasa, de lo que van viviendo", reveló.
A pesar de que ya son muchos años de no cuidar el arco celeste, Pérez nunca ha dejado de pertenecer al club: es dueño de su carta y cada torneo pide a Cruz Azul que su transferencia sea en calidad de préstamo, hecho que lo mantiene ligado y siendo parte de su amada institución.