Oswaldo Sánchez guarda los guantes que aún conservan el perfume de una dama de plata que fue abrazada por sus manos en la Final de 2006 ante el Toluca. Oswaldo fue el último capitán de Chivas que alzó un trofeo de Liga.
A casi once años, el exportero comparte el recuerdo indeleble de un campeonato, que se ganó en una charla de vestidor y que fue dedicado a su familia y en especial a su padre Felipe, que jugó el partido desde las nubes.
Oswaldo quiere que el Guadalajara venza a Tigres para que aleccione al futbol mexicano…
¿Cómo rememoras aquel campeonato?
Mi primera memoria es de felicidad, había pasado mucho tiempo, muchos logros individuales en mi carrera, pero no llegaba el título tan anhelado en mi carrera. Lo que se me viene a la mente es felicidad y disfrute que sólo te da el ser campeón.
Cuéntame alguna anécdota de aquella Final que se te haya quedado grabada…
Me acuerdo que íbamos perdiendo en el primer tiempo y en el vestidor todo mundo se conectó, y empezamos a gritar que esa era nuestra Final y que nadie nos la podía ganar, que íbamos a salir a darle la vuelta al marcador y que en 45 minutos íbamos a levantar la copa; eso es lo que tengo más claro: lo que se dijo en el vestidor y en el túnel. Hubo un convencimiento total, salimos con toda la actitud y revirtió algo que parecía perdido.
El Bofo contaba que tú en esos momentos les decías que ellos se fueran al ataque, que tú te ‘rifabas’ con la defensa atrás…
Sí, me acuerdo de eso, así fue exactamente; teníamos la convicción de que podíamos ganar. Ese grupo tenía una gran camada de jugadores a los que les faltaba campeonar para consolidar una carrera importante. En ese momento el equipo se conectó y cuando lo hacía era muy peligroso ofensiva y defensivamente.
¿Me puedes llevar al momento en el que te entregan la copa?
El ser el capitán de ese grupo te daba la oportunidad de levantar primero la copa, respecto al equipo; fue un momento de alegría descomunal. Pasaron muchas cosas por mi cabeza, mi esposa y mis hijas en la tribuna, mis otros hijos en Guadalajara, mi padre había fallecido seis meses atrás y lo sentía conmigo en ese momento.
Se lo dedicas a tu padre...
Sí, había muchos sentimientos encontrados. Ese tema que traía de dolor sentimental, respecto a mi padre, lo tenía muy a flor de piel, estaba muy reciente. Fue un momento mágico, descomunal e indescriptible. Me tocó ser campeón con Santos varias
veces, que es igual de satisfactorio, pero siempre la primera vez es especial y es diferente.
¿Le observas cualidades a Chivas para ganar el doblete?
Tengo el deseo de que Chivas pueda coronarse campeón, porque son puros mexicanos, porque sería un gran golpe para todos los extranjeros que viven en México, puesto que vive con puros mexicanos el equipo y eso sería muy satisfactorio para demostrarle a
la gente que el mexicano puede triunfar en su propio país.
¿Cuesta más trabajo ganar una Liga con puros mexicanos?
Mira, creo que sí cuesta más trabajo, puesto que los otros equipos se refuerzan con gente importante. Las nóminas de los equipos son fuertes, hay mucho presupuesto y vienen figuras sudamericanas y algunas europeas; siempre va a ser un poco más complicado poder suplir esas contrataciones con gente de México, que tal vez no tenga tanto cartel.
En Chivas te siguen recordando como ‘San Oswaldo’…
Fue un buen momento, la cúspide en mi carrera, maduro en lo personal y en lo deportivo. Se conjugan muchas muy buenas actuaciones individuales, titularidad indiscutible en Selección. La gente me empezó a identificar de esa forma. Me sentía contento y feliz
porque me sentía pleno. Me sentía contento en el equipo al que le iba de niño.
¿Por qué si le ibas de chiquito a Chivas, debutas en Atlas?
Por circunstancias, Atlas me da la oportunidad de debutar; yo jugaba en un equipo que tenía cierta relación con la Universidad de Guadalajara, en un partido contra Atlas me observan, se les pide una oportunidad y José Luis Real me la da, era el director de
Fuerzas Básicas. Me prueba al siguiente día y así se fue dando.
Carlos Salcido dijo, casi con lágrimas, que se quiere ver en la foto como se ven tú y el ‘Bofo’ en 2006…
Es un instante mágico y glorioso. Carlos se lo merece, líder, es el referente máximo, el capitán, mundialista, con experiencia europea. Ojalá que Dios le dé la oportunidad porque se lo merece.