Jugar en Chivas representa para Rodolfo Pizarro una exigencia mayor a la de militar en algún otro club mexicano, por la historia y la jerarquía del Rebaño.
Tras disputar su primer partido como rojiblanco, y a pesar de que llegó de Pachuca con cartel de figura, el mediocampista disfruta al máximo cada una de las responsabilidades que tiene en el Guadalajara.
“El estar en un equipo como Chivas es como estar en un sueño, y más para mí que siempre quise estar aquí y por eso soy muy feliz".
Desde antes de llegar al club, el jugador de 23 años de edad ya había confesado su afición por las Chivas, equipo con el que también simpatiza la mayoría de sus familiares.
“Lo estoy disfrutando mucho, es muy diferente estar acá en un equipo grande, quiero empezar a cosechar triunfos como lo hicimos en el primer partido”.
El pasado sábado contra Pumas, Pizarro tardó casi 15 minutos en poder salir del Estadio Chivas debido a toda la gente que se juntó para expresarle su cariño, y de paso, llevarse una foto o un autógrafo del que pinta para ser el nuevo ídolo del conjunto rojiblanco.
Además, el técnico Matías Almeyda se ha encargado de que Rodolfo no se deslumbre por los reflectores que lo rodean, y que tampoco sienta presión extra.
“Estoy muy ilusionado con el arropo de la gente, con el del equipo y con cada una de las palabras que ha tenido hacia mí Matías”.
La idea del ‘Pelado’ Almeyda es que Pizarro sea el compañero de Alan Pulido en el ataque de Chivas, por lo que el dorsal 20 tiene como meta ser su principal asistente.
“(Pulido) Es un jugador de mucha calidad y me estoy entendiendo muy bien, espero ponerle muchos pases de gol”.