Las Chivas de Matías Almeyda han entrado en una pendiente futbolística de la cual intentarán salir a partir de este sábado cuando visiten al Necaxa. Sin embargo, la mayoría de los antecesores del argentino que más tiempo han estado en la dirección técnica rojiblanca no han podido superar esas rachas negativas, poniendo fin a su relación con el Guadalajara.
La paciencia no es la principal virtud de Jorge Vergara desde que es propietario del chiverío, pero el empresario ha dado el espaldarazo al Pelado pese a que éste no ha presentado los mejores dividendos en los últimos meses.
Pese a que José Manuel de la Torre y Efraín Flores son algunos de los entrenadores mejor recordados en el redil por los resultados que obtuvieron y el estilo de juego que entraron en un bache futbolístico del cual no pudieron salir.
El único entrenador que fue capaz de lidiar con el descenso futbolístico durante su paso en el banquillo rojiblanco fue José Luis Real, ya que tras tener un mal certamen en el Apertura 2010, en donde el Rebaño no logró la Liguilla e inclusive registró una efectividad de solamente 43.13 por ciento, contó con la paciencia de la directiva y logró repuntar.
Tras la consecución del doblete de Liga y Copa en el primer semestre del 2017, Chivas entró en una crisis de resultados en la segunda mitad del año donde no pudo refrendar ninguno de los títulos.
“Uno siempre se queda con ganas de traer jugadores. A veces no se puede porque cuestan mucho y hay momentos que la institución no puede invertir y lo tengo que aceptar. Tengo dos caminos, aceptarlo o irme y yo lo acepto. Yo pedí tres jugadores en su momento, la dirigencia lo sabía, pero no se pudo”, indicó el sudamericano en conferencia durante la semana previo al duelo ante los Rayos.