América vivía días negros en su historia, luego de que el Apertura 2011 resultara un torneo lleno de fracaso y frustración. Michel Bauer, entonces presidente del club dejó la institución con prácticamente toda la plantilla hecha pedazos, y con la advertencia de que todos estaban transferibles.
Entonces, como acto de magia se hizo la luz en Coapa. Ricardo Peláez llegó a tomar las riendas del club el 10 de noviembre de 2011 y de inmediato buscó revertir la situación bajo el lema "Trabajo y humildad".
"Asumo esta tarea con responsabilidad, honestidad. Llego para sumar. Trabajo y humildad, serán las palabras que utilizaremos. Tenemos que estabilizar al equipo, peor no puede estar", dijo en su presentación, quien ahora tenga bajo su mandato al club con más títulos de México.
Lo primero que hizo Ricardo fue conseguir un entrenador. Lejos de los grandes nombres, Peláez apostó por un entrenador mexicano, cuya carrera no había tenido aún su punto cumbre: Miguel Herrera.
La sociedad que Peláez y Herrera formaron no tuvo éxito en automático, pero convirtió al América en un equipo constante y competitivo. Dos Semifinales de inicio y campañas con más de 30 puntos fueron los primeros frutos cosechados por la nueva directiva, con lo mejor aún por llegar.
El Clausura 2013 es sin duda uno de los torneos más especiales en la historia del americanismo. Una campaña llena de momentos dulces, con sus tres clásicos ganados y una de las finales más emocionantes del futbol mexicano, coronaron la primera Liga para la directiva de Peláez Linares.
El éxito de su equipo estuvo a punto de cosechar un Bicampeonato, pero León les arrebató la gloria, aunque en contraparte, el América se conviertió en la base del Tricolor que calificó a la Copa del Mundo de Brasil 2014, tanto en jugadores como en técnico, pues Herrera emigró a la Selección Mexicana.
Tras un breve receso fuera de Coapa, Ricardo Peláez volvió para obtener un nuevo título, el 12 en la historia del americanismo, sumado a una Liga de Campeones de la Concacaf que tienen a las Águilas en el Mundial de clubes.
Cuatro años que lo cambiaron todo. Con Ricardo Peláez, América pasó del noveno puesto en la tabla de porcentajes, a ocupar la cima; dejó de estar igualado en títulos con Toluca en el segundo peldaño de los más ganadores, para convertirse en el máximo conquistador de Ligas; volvió a un Mundial de Clubes, y sobre todo, recuperó el ánimo y la ilusión de su afición.