Para no perder la costumbre, a mi buen Miguel Herrera se le fue nuevamente la boca en contra del arbitraje, el sábado pasado en Querétaro.
Y aunque esta vez la Disciplinaria consideró que no había insultado soezmente a los silbantes (como ya ha llegado a pasar), en la propia directiva de las Águilas recomiendan al Piojo que no se eche a los hombres de negro encima y trate de ser cauto con sus opiniones en este sentido.
Lo que no desean es que les carguen la mano y a pesar de que no estuvieron contentos con el último trabajo de Jorge Isaac Rojas, no hay planes de meter una queja formal y al final lo importante es que no incidió en el resultado en el Corregidora.
Así que Miguel, concéntrate en lo tuyo, que es la cancha.