Entre alegrías, festejos, lágrimas y frustración, salieron del Estadio Azul los cerca de 30 mil aficionados que se dieron cita en el coloso de Insurgentes, para ver la trepidante voltereta del América al Cruz Azul.
La seguridad impuesta por la Secretaria de Seguridad Pública para este encuentro, se comportó a la altura de un partido de gran magnitud; aunque hubo un único conato de bronca que se originó a la salida, cuando un grupo de aficionados de ambos equipos intentó cruzar una barrera de policías y después de varios empujones llegaron los golpes.
Desde las horas previas al encuentro, el operativo en el que participaron 3 mil 481 elementos, dio gran resultado, pues supieron evitar que las porras de ambos equipos se encontraran en su camino hacia el estadio.
La afición del América hizo su arribo en una caravana que comenzó desde el Parque Hundido. Durante su caminata desplegaron una mega bandera de un poco menos de un kilómetro de longitud.
Por su parte la barra de La Maquina, llegó al Estadio Azul por el eje 6 de la Ciudad de México. Al igual que sus rivales marcharon por algunas cuadras entre cánticos, banderas y mantas.
Tras la victoria azulcrema, los primeros en salir del estadio fueron los americanistas, quienes se adueñaron del cruce de Eje 6 sur e Insurgentes para cantar y mostrar la alegría que les dejó el resultado.
Minutos más tarde sacaron de las tribunas del coloso celeste a la barra local, la cual lo hizo en completa calma e incluso algunos mostraron su frustración exigiendo la salida de Tomás Boy.