Correcaminos, club privado, pero disfrazado de universitario, mantiene una insana cercanía con la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), su relación con esta institución pública de educación superior ha provocado la sangría suelta de los recursos de la casa de estudios en más de 600 millones de pesos en los últimos nueve años. Sólo en 2019 recibió 118 mdp, por ni un peso ha aportado en retorno. Y así encabeza la defensa del Ascenso MX como está, para evitar la merma de sus ingresos desde el erario.
El equipo de Correcaminos, así como Leones Negros ‘de’ la Universidad de Guadalajara, han guiado la férrea oposición la transformación del Ascenso a una Liga de Talentos o de Expansión, como se ha propuesto y debatido con otros dueños así como con la presidencia del campeonato.
El erario significa una fuente de ingreso permanente para ellos y con el cambio en el circuito, las autoridades perderían fundamentos para continuar destinando decenas de millones de pesos a estos clubes. La enfermedad cedería y las arcas de las universidades podrían dejar de sangrar.
FUTBOL ANTES QUE ESTUDIANTES
No sólo la tasa de estudiantes rechazados por la Autónoma de Tamaulipas aumenta año con año, también los montos que la UAT le entrega a Correcaminos. Para atender lo primero faltan recursos; para el segundo, no. Cada ejercicio, la universidad asigna millonarios presupuestos al club, que invariablemente terminan siendo aumentados con respecto al monto originalmente aprobado.
La Universidad lo niega oficialmente: este mismo año, por medio de la plataforma de transparencia, se le preguntó a la institución tamaulipeca sobre los montos entregados al equipo en el último lustro. “Hago de su conocimiento que no existen pagos”, responde tajantemente el contador Guillermo Mendoza Cavazos, secretario de Finanzas de la UAT (oficio 013/2020 en contestación a la solicitud 00025520).
Sin embargo, en los registros financieros de la casa de estudios, de los cuales RÉCORD tiene copia, se encuentran las cantidades e incluso el mecanismo de triangulación que se da con el gobierno estatal para el sostenimiento del club privado, cuyo nombre oficial es Club de Foot Ball Correcaminos UAT, SA de CV.
En los propios datos abiertos está la prueba de que las finanzas universitarias sí enfermaron de desfalco, iniciando con un monto real entregado en 2016 del doble del presupuestado, hasta superar los 100 millones de pesos el año pasado.
MECANISMO QUE EXTRAVÍA DINERO
En el último año, Correcaminos SA de CV recibió 118 millones 923 mil 434.33 pesos más de la UAT. El mecanismo con el que le fueron entregados estos recursos podría llamar la atención de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda: la UAT registró dos presupuestos para el club y ambos fueron modificados en el transcurso del año, el primero era por 45.8 millones y terminó siendo de 116.9, el segundo era de 64.7 millones, pero de ellos recibió 2, por lo que en el camino ‘desaparecieron’ 62.6 millones de pesos.
El subsidio se da al alimón entre la Universidad y el Gobierno Estatal: en las notas a los estados financieros correspondientes al primer trimestre de 2019, la UAT reconoce que la administración de Francisco Javier García Cabeza de Vaca aún le debía 8 millones 793 mil 741 pesos correspondientes al “subsidio de club de football correcaminos” (sic). En las operaciones en las que se triangulan los recursos, la casa de estudios funge como ‘gestor’.
Los conceptos de los pagos son variados, van de la “prestación pública asistencial” a diversas colaboraciones en organizaciones de eventos. En todo caso, en los acuerdos presupuestales, se faculta al rector “para otorgar subsidios y apoyos en numerario o especie” a empresas privadas. Y Correcaminos es una empresa privada más, aunque utilice los símbolos universitarios. Así lo asienta la propia academia cuando se le pregunta sobre la composición accionaria del club: la UAT se declara incompetente para informar y remite a la SA de CV, la cual simplemente no contesta las solicitudes, tanto de información como de entrevista (oficio UTAIPPDP/RSI-082-2019 en respuesta a la petición 00396519).
De 2016 a 2019, Correcaminos engulló 369 millones 830 mil 77.33 pesos de los fondos públicos. A dicho monto pueden sumarse los 232.5 millones correspondientes al periodo 2011-2015, dados a conocer por Ignacio Suárez en estas mismas páginas. La cifra rebasa los 600 millones de pesos.
¿CUÁNTO REGRESA CORRECAMINOS A LA UAT?
Nada. Ni un centavo, sentencia el secretario de Finanzas, quien hasta el cierre de edición no concedió la entrevista solicitada: “No existen montos pagados por el Club de Futbol Correcaminos a favor de la Universidad” (oficio 058/2019 en respuesta al folio 00402119).
Además, “deportivamente, el equipo no ha hecho nada relevante, a pesar del buen presupuesto que maneja, superior al de más de la mitad de los equipos de la División”, añade Luis Castillo, especialista de RÉCORD en la división de Ascenso. En los últimos cuatro años, ocho torneos, únicamente calificó dos veces a Liguilla y no pasó de Cuartos de Final.
Ante la transformación del Ascenso MX, el presidente del Correcaminos, Miguel Mansur Pedraza, defiende el mantenimiento del estatus, pero nada menciona sobre el sostenimiento de su club con cargo al erario.
En nueve años, la Universidad Autónoma de Tamaulipas, en contubernio con el gobierno estatal, dejó de invertir en sus fines académicos, culturales y científicos más de 602 millones de pesos para entregárselos al club privado conocido como Correcaminos, infección presupuestal en vías de desaparecer.
mauromero@comunidad.unam.mx
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